La Cuarta parte del viaje de la bola plateada a través del tiempo y del espacio hasta la actualidad en el siglo XXI.

Sabemos qué es un pinball y en la Francia del siglo XVIII conocimos a su antepasado, la bagatela, que llegó a América durante la guerra de la independencia de EE. UU. donde creció y evolucionó llegando a su apogeo durante el pasado siglo XX. Y te estarás preguntando: ¿existe aún el pinball en la actualidad?
Años 2000: La caída del imperio del pinball
La llegada de los videojuegos en las décadas finales del siglo XX actuó como un detonante que produjo una fuerte competitividad en el tipo de ocio de la juventud, los principales clientes del pinball. Por si esto fuera poco, la aparición de internet cambió los patrones de diversión.
A primeros de los años 2000, internet se estaba popularizando cada vez más, pero no era muy accesible, la velocidad era lenta (256 kbps era lo más rápido en España), no todo el mundo tenía conexión en sus casas y los móviles que accedían a la red lo hacían con sencillas interfaces de texto.
Así aparecieron a los “ciber-cafés”: unos locales con ordenadores conectados a internet donde se podía enviar correos electrónicos, echar unas partidas masivas a videojuegos en red con múltiples jugadores y hasta, como su propio nombre indica, tomarse un café.
Por otra parte, las nuevas consolas domésticas alcanzaron calidades equiparables a los videojuegos de las salas recreativas. Como resultado, el público deja de acudir masivamente a los salones recreativos.

Todos estos factores dejan al pinball ante un entorno hostil que, acentuado por su naturaleza mecánica y el alto grado de atención y mantenimiento necesario, no le ayuda a mantenerse en la cresta de la ola. Las ventas descienden aún más y los fabricantes más veteranos (Data East, SEGA, Gottlieb, Atari, Inder, Petaco) van cerrando sus divisiones de pinball empujándolo a la extinción.
Queda patente que el pinball necesita reinventarse y, a la desesperada, surgen algunas ideas nuevas como, por ejemplo, el sistema “Pinball 2000” que mezcla videojuegos y pinball tradicional. Títulos como “Revenge from Mars» (Bally, 1999) y “Star Wars Episode I” (Williams, 1999) fueron el fruto de esta mezcla tecnológica que trató de dar un último aliento de vida a marcas, antaño referencias mundiales, que finalizaron su historia en la industria del pinball tras éstas, sus últimas máquinas.




Años 2010: El renacimiento del pinball
Pero igual que la energía que ni se crea ni se destruye, sólo se transforma; el pinball retoma fuerzas de flaqueza y resurge de sus cenizas cual Ave Fénix.

Durante esta segunda década del siglo XXI y tras la desaparición de los fabricantes clásicos desaparecidos, toman el relevo otras marcas, algunas ya veteranas, como Stern, y otras nuevas, como Jersey Jack Pinball y American Pinball en Estados Unidos o la española Quetzal Pinball.
Los nuevos diseños apuestan por el uso de lámparas LED, reemplazando las bombillas clásicas de incandescencia que se fundían con más facilidad, permitiendo cambios de color y ajustando la intensidad de su brillo en base al transcurso de la partida. Además, se integran en el pinball las pantallas planas de vídeo LCD, normalmente dentro del backglass reemplazando a la pantalla de matriz de puntos (DMD).
Además, sus equipos de sonido cuentan con altavoces y amplificadores de alta fidelidad (120 Watt 2.1 Stereo Sound System) administrados por auténticos ordenadores de última generación.
En resumen, los juegos de pinball adquieren una importante mejora en la calidad de imagen y de los efectos que acompañan en cada partida a la bola plateada aumentando el número de píxeles y pasando desde el clásico pero obsoleto DMD monocromo (128×32) hasta llegar a pantallas de 15.6″ a todo color en alta resolución (1366×768) e incluso 27” en Full HD (1920×1080), y son capaces de reproducir fragmentos de vídeos, películas, canciones, músicas y efectos sonoros con una nitidez digna de la mejor sala de cine que se pueda meter dentro de un pinball.
Años 2020: La actualidad del pinball
A fecha de hoy, los fabricantes de pinball no han dejado de innovar y continúan incorporando nuevas tecnologías. Es cierto que hace décadas que convivimos con internet, las comunicaciones y las redes sociales, pero ha sido Stern quien ha dado el paso y, hace solo unos días, presentó su Insider Connected:
Un código QR, una aplicación para el móvil, una máquina de pinball con conexión a internet y ya tienes montado un foro de competición de ámbito global para competir en el mismo juego con jugadores de todo el mundo compartiendo tu puntuación. Interesante, ¿verdad?
Pero también en España, me llena de orgullo y satisfacción, vemos cómo surgen novedades como la que anunció hace unos días Orlando González de STR Pinball:
¡ENHORABUENA! Estamos de celebración porque STR Pinball participará en la fabricación de una nueva mesa de pinball.
Afortunadamente, y a pesar de lo que muchos se temían, al llegar el siglo XXI, el pinball no ha muerto, sino que está en plena transformación y continúa evolucionando sin parar. Yo creo que le queda aún mucha historia por delante. Y tú, ¿qué crees?

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