KrakenByte – Imaginación emergiendo de las profundidades
Durante millones de años, la imaginación vivía aprisionada en lo más profundo de la sima abisal, sometida por la presión, oculta por la vergüenza y verde de envidia. Su única y débil esperanza era que llegara el día en el que alguien soltase las cadenas que la retenían… pero nunca llegaba nadie a liberarla.
Al principio, en su más tierna infancia, creía recordar que había sido feliz, pero los grilletes que arrastraba y que iban horadando la piel de sus brazos, le hacían olvidar cualquier atisbo de felicidad atándole a la deprimente rutina en la que vivía esclavizada.
Kraken: Criatura marina de la mitología escandinava y finlandesa descrita comúnmente como un tipo de pulpo o calamar gigante que, emergiendo de las profundidades, atacaba barcos y devoraba a los marinos.
Mientras se conformaba pacientemente con su situación, aprovechó para alimentarse de toneladas de conocimientos dispersos en el minúsculo pero abundante plancton marino en el que se encontraba. Un día un mordisco pequeño, otro día un gran bocado, despacio pero sin pausa. Poco a poco, sin ser consciente de ello, fue creciendo, haciéndose más fuerte, más poderosa, aumentando su tamaño y, al mismo tiempo, también su apetito, engullendo más y más y, sin darse cuenta, alcanzó una magnitud de dimensiones colosales.
Un día, nadando por las profundidades del océano de su ignorancia, casualmente encontró los restos de una embarcación que había naufragado recientemente. La brillante superficie del casco metálico relucía en la oscuridad del abismo y le atraía como el cebo del anzuelo a los peces. Su curiosidad innata llevó a la imaginación a acercarse al barco hundido y al llegar se encontró con algo que no esperaba. Se llevó un susto tremendo. Mirándole de frente, a los ojos, allí mismo se encontraba la bestia más horrible, monstruosa y temible que jamás se habría podido imaginar. Aterrorizada, la imaginación gritó, chilló con toda su alma y, temblando de miedo, dejándose llevar por el pánico, pudo oír el aullido desgarrador más terrorífico que había escuchado en toda su vida.
Byte: Unidad de información utilizada como un múltiplo del bit, proviene de bite (en inglés «mordisco»), como la cantidad más pequeña de datos que un ordenador podía «morder» a la vez.
Presa del terror, se quedó inmóvil, temiendo lo peor, pero entonces se dio cuenta: El ser que acababa de encontrarse delante suya era ¡su propia imagen reflejada en la pulida superficie del casco de la nave! Al verse a sí misma, por primera vez, se percató de un detalle crucial: las cadenas que le oprimían ¡no existían!, no las tenía, eran una ilusión, un espejismo que le había confundido haciéndole creer que nunca podría salir al exterior. La imaginación se había engañado a sí misma y se había bloqueado por sí sola sujetándose reflexibamente un brazo con otro.
Entonces, al digerir la sorpresa inicial, una pequeña sonrisa comenzó a formarse en sus labios. Había comprendido que, si quería liberarse sólo dependía de ella misma, no tenía que esperar a que nadie viniera a liberarla: Se liberaría a sí misma si es que así lo deseaba.
Una vez comprendida la realidad, la imaginación era de nuevo feliz, se sentía alegre, repleta de optimismo y llena de renovadas energías. Mientras nadaba velozmente hacia la superficie, surgiendo desde las profundidades del abismo, se dijo a sí misma las palabras que tanto necesitaba oír:
¡Liberad al Kraken!
Imaginación emergiendo de las profundidades, mordiscos de información para regocijo del ocio, entretenimiento y diversión, locuras, aventuras, emociones, chorradas mañaneras, y ¿por qué no decirlo? piraduras de olla, enajenación mental transitoria elevada a la enésima potencia entre vetada en relatos con ambición de novela, artículos sobre videojuegos apasionantes, avances en ciencia y tecnología, y yo qué sé que más será KrakenByte con el paso del tiempo… Me gustaría que fuera, en definitiva, una pequeña aportación, mi granito de arena para tratar de hacer de este planeta un mundo mejor.

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